viernes, 7 de mayo de 2010

El futuro de la televisión

Televisión digital terrestre, alta definición, televisión en 3D, televisión por Internet, televisión en el teléfono móvil…

Demasiados conceptos para una misma realidad. En este tiempo de avances tecnológicos se suceden las técnicas de mejora de cualquier aparato inventado en el que cualquiera pueda pensar. Con la televisión estamos viviendo una era de cambios acelerados. Desde que comenzó la guerra por introducir la televisión en color en 1923 no habíamos asistido a ninguna innovación sustancial del aparato. En la actualidad, sin embargo, nos bombardean con nuevas posibilidades a la hora de disfrutar de la televisión. Son tantas estas alternativas que el consumidor en ocasiones se satura y pierde el concepto principal: el entretenimiento.

Si lo miramos desde otro ángulo tan sólo es la misma esencia vertida en diferentes soportes. La caja tonta deja de serlo para convertirse en una caja llena de posibilidades, sueños, técnicas de superación. Se intenta convertir la imagen que nos viene dada en parte de nuestra vida, mejorando su calidad, incrementado su interactividad.

Ante todo esto, y con todos los avances que estamos viviendo tan sólo podemos preguntarnos, ¿cuál es el verdadero futuro de la televisión?

Frederick Bean Avery, más conocido como Tex Avery, ya se hizo esta pregunta en 1953. El dibujante y director estadounidense creó The T.V. Of Tomorrow, una animación que presenta el futuro de la televisión.



Ahora, 57 años más tarde, el visionado nos remite la misma información. La televisión es un aparato creado a medida del consumidor, y con los años, no se está haciendo otra cosa que intentar hacer esta unión entre producto y usuario más perfecta.

Con esta filosofía se desarrolla también la televisión a la carta, en la que ya no es el programador el que decide cuándo y qué puede ver el usuario sino que es él mismo quien diseña la televisión que desea. El gigante Google se ha unido a este proyecto y a través de lo que han denominado Dragonpoint pretende hacernos llegar un servicio de televisión en el que se integrarán sus plataformas más conocidas, como YouTube, además de dar la posibilidad al usuario de conectarse a las redes sociales, correo electrónico, mapas...

El futuro de la televisión se está escribiendo a gran velocidad. Pronto disfrutaremos de servicios que antes ni hubiéramos alcanzado a imaginar, tan cerca de nuestros hogares como lo permita nuestra economía. Mientras tanto, una servidora espera que los contenidos ofertados vayan adaptándose a la nueva realidad, y dejemos de castigarnos con televisión basura. Por el momento, parece que la crisis económica también sirve como excusa a las grandes cadenas para no invertir demasiado en este cambio. Esto nos demuestra algo evidente, priman los ingresos por publicidad a la calidad de los contenidos. Esperemos que este aspecto se iguale con el avance de los aspectos técnicos de la televisión. Sólo así, estaremos ante una televisión hecha para el usuario. En mi opinión, ese es el futuro.

Y para terminar con esta reflexión os recomiendo una actividad curiosa sobre la historia y la evolución de la televisión. Podéis encontrarla haciendo click aquí.


Mar Amador Caravantes

miércoles, 5 de mayo de 2010

La crisis económica y la televisión




La crisis económica y financiera en la que estamos inmersos se ha dejado notar en todos los sectores y la televisión no iba a ser menos. En 2008 se disparó el consumo de televisión, propiciado por la necesidad de quedarse en casa y no gastar dinero. Esto provocó que los datos del tiempo que dedican los españoles a ver televisión se incrementasen notablemente y llegasen a alcanzar las 3 horas y media por persona y día.


Actualmente, los datos más recientes que proporciona la agencia de medición de audiencia TNS Audiencia de Medios (antes Sofres Audiencia de Medios) nos remiten al año pasado. Aunque muestran un ligero descenso en los minutos consumidos, llegando a 221 frente a los 226 del año anterior, también mantienen su consumo las personas de edades comprendidas entre los 25 y los 65 años, coincidiendo con los targets con más peso comercial.


Las cadenas no supieron reaccionar ante este incremento en la demanda buscando nuevos formatos, sino que continuaron con la estrategia programática de cubrir los fines de semana con cine de familiar y apostar por la franja de la sobremesa y del prime time.


Aunque no se han producido muchos cambios a la hora de programar los contenidos, sí que hemos podido notar diferencias en los contenidos ofertados. Por ejemplo, desde que se relanzó la Televisión Digital Terrestre (TDT) en España el 30 de noviembre de 2005, la mayoría de los canales recurrieron como estrategia a la reposición de series de éxito que ya habían sido emitidas en el pasado por la cadena principal a la que pertenecen. La TDT se convirtió así en un cementerio de contenidos olvidados, con el que los nostálgicos se frotaban las manos y algunos otros mirábamos a la televisión decepcionados, pues habíamos esperado que la nueva televisión trajera consigo cambios a la hora de disfrutar de los programas, además de un nuevo torrente de formatos.

En estos momentos la televisión digital terrestre no tenía el poder de competir con el modelo de televisión analógica, pues muchos hogares aún no habían adaptado sus televisores para poder recibir la señal. Este sería el espacio de tiempo en el que en los hogares se decidiría la pugna entre TDT y televisión analógica.


Aunque al comienzo era una batalla perdida, debido también a la audiencia residual de la TDT en el momento, cuanto más se acercaba el apagón analógico más apostaban las cadenas por sus canales de TDT, cediéndoles un hueco en el tiempo de publicidad del canal principal para promocionarlas.


Pero centrémonos en las consecuencias directas de la crisis en el mercado televisivo. Éstas se han podido ver en la feria de los formatos celebrada en Cannes. Este año en el MipFormats se ha visto una preferencia por los contenidos de siempre que ya han cosechado un éxito en el panorama televisivo internacional, con los que las cadenas no arriesgan y tiene un valor seguro, dejando de lado la innovación que aportan los nuevos formatos. Esto tan sólo incrementa las limitaciones de las productoras independientes para vender sus contenidos, pues las televisiones prefieren los ya consolidados.


La fragmentación de la audiencia provocada por el incremento en la oferta de canales también ha contribuido a estos problemas. Los presupuestos destinados a la programación han sufrido recortes. Esto se ha podido notar en la escasa presencia de contenidos originales presentados en el MipTV.


Por su parte, nuestro país marca su presencia en la cita internacional del mercado de contenidos. Tan sólo superada por Reino Unido, Francia, Estados Unidos y Alemania se consolida en la producción de contenidos interesantes para el mercado internacional. Este año han sobresalido dos formatos españoles, de los 10 presentados en el acto, el concurso "La habitación asesina"de 3Koma (Grupo Boomerang) y "A seis grados de ti", un formato de Producciones 52.


Las producciones volverán a tener una oportunidad en el "Audiovisual From Spain" una feria organizada por el Instituto de Comercio Exterior (ICEX), donde se fomentará la venta de formatos españoles en el plano internacional.



Mar Amador Caravantes