sábado, 27 de febrero de 2010

Clima: las Tablas de Daimiel, la parte dulce del frío invierno

Hoy amanece y vuelve a llover y, como tantas mañanas desde que empezó el invierno, el paragüas vuelve a ser un compañero indispensable de los quehaceres de cualquier español.

En la entrada anterior hablamos de los estragos que están causando estos sucesivos temporales que parecen no tener fin, pues se alían unos con otros con la intención de no darnos siquiera un respiro para pensar. Pero, en esta ocasión, vamos a intentar mirar con otros ojos esos cambios de temperatura que nos hacen tiritar y esas precipitaciones incesantes que provocan más de una mirada dirigida al cielo con desesperación.

Hablemos de las Tablas de Daimiel, ese parque nacional que estuvo a punto de dejar de serlo, porque la sequía había incendiado hasta el subsuelo. El incendio de las turbas puso de manifiesto algo que los que conocemos el parque de cerca ya sabíamos, las Tablas estaban muertas. Se preveía un trasvase de emergencia para acabar con esta situación, pero cuando a fecha del 12 de enero de este mismo año se decía que el trasvase no bastaría para salvar el parque el milagro comenzó a llegar días más tarde. El 17 de enero empezaron las noticias del regreso de los patos propiciado por el incremento del agua.

Las Tablas de Daimiel empezaban a recuperarse, y no gracias al trasvase, que finalmente no se completó debido a que la crecida del caudal del río Cigüela y de los afluentes de la Cuenca del Guadiana que vierten sus aguas en el parque abasteció a los humedales hasta llevarlos a una situación excepcional, con sus más de 1700 hectáreas encharcadas en la actualidad. Esta situación no se repetía desde julio del año 2004 y ha conseguido ofrecer una imagen mágica del parque.

Esperemos que la sobreexplotación del acuífero 23, culpable de la mayor parte de la sequía que sufrían Las Tablas sea regulada y no se vuelva a darse la situación de estos últimos años.

Así pues, los que vivimos cerca y ya habíamos encasillado a Las Tablas como uno de las víctimas de cambio climático en España podemos sacar nuestras cámaras y disfrutar del maravilloso paisaje que nos ha dejado el invierno. Por el momento, os dejamos un vídeo para que podáis disfrutarlo con vuestros propios ojos.





Mar Amador Caravantes

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